Así es. Cuentan por ahí que un día como hoy, pero de hace 40 años, un tipo llamado Neil Alden Armstrong dijo una frase que quedaría inmortalizada para siempre:
“That’s one small step for [a] man, one giant leap for mankind.”,
Comunmente traducido como:
“Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad.”
Y dicho sea de paso, lo dijo mientras estaba en la luna, literalmente.
Aunque hoy en día todavía hay personas que creen que la llegada del hombre a la luna no fue más que un elaborado fraude, es indudable que el hecho marcó a toda una generación. La sensación de que el límite está en el espacio o incluso más allá debió ser compartida por muchos. Y aunque acá en México seguramente más de uno se lo perdió, el evento terminó dándole la vuelta al mundo tarde o temprano. ¿Quién no se imaginaba por esas fechas que en el año 2000 todos tendríamos una casa de campo en la luna, y acabaríamos ganando una guerra contra los marcianos?
Aunque ahora, después de “tanto” tiempo, nos parezca un suceso lejano, es probable que no podamos comprender cómo fue que llegamos a donde estamos ahora si no entendemos la relevancia de la llegada a la luna. Ya lo dijo el buen Armstrong, realmente fue un paso gigantesco para la humanidad.
Y todavía, después de 40 años que vieron nacer teléfonos celulares, computadoras personales y redes mundiales de información, las huellas de los primeros hombres que caminaron en la luna siguen ahí, prácticamente intactas. Y ahí seguirán como un recordatorio para la humanidad de que, para bien o para mal, podemos dejar una marca que no se borrará fácilmente ni con el paso del tiempo.