Nosotros no trabajamos ni vivimos con odio. Y si le desaparecieran un hijo a Luis Echeverría lucharíamos por encontrarlo donde quiera que estuviera.
Con estas palabras, que fueron pronunciadas por la madre de un hijo desaparecido durante el mandato del citado presidente, podemos definir el espíritu de los 50 años de Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional es la asociación civil más grande del mundo en materia de defensa a los derechos humanos. Cuenta con alrededor de 3 millones de miembros en casi todos los países del mundo. Ha sido una de las ONGs más influyentes en la defensa de los derechos humanos, razón por la cual ganó el premio Nobel de la paz en 1974.
La historia de Amnistía Internacional es muy interesante. Comenzó de forma muy inocente cuando Peter Benenson, un abogado inglés, publicó un artículo en el que denunciaba el encarcelamiento injusto de dos estudiantes portugueses que fueron aprehendidos por brindar por la libertad. El artículo tuvo un gran eco y cientos de personas indignadas por el hecho mandaron cartas al gobierno portugués pidiendo la liberación de los estudiantes. Gracias a la gran presión internacional que se generó los estudiantes fueron finalmente puestos en libertad. Sin embargo esta liberación no marcó el fin del movimiento sino todo lo contrario, fue el inicio de una organización formal que un 28 de mayo de 1961 se constituyó con la finalidad de apoyar a los llamados presos de conciencia. A partir de ahí, el movimiento comenzó a crecer más y más, tanto en miembros como en temas en los que se involucraba.
Desde sus inicios, Amnistía surgió como una asociación completamente imparcial y hasta la fecha mantiene la imparcialidad como uno de sus valores fundamentales. Es por ello que para no verse influenciada o comprometida no acepta dinero de ningún gobierno, empresa o institución. Amnistía se mantiene sólo de los fondos que sus miembros y simpatizantes donan. Esta cualidad le ha dado a la organización un gran respeto y reconocimiento en todo el mundo.
A lo largo de estos 50 años, Amnistía ha tenido grandes logros: ha ayudado a la liberación de miles de personas que fueron encarceladas injustamente sólo por el hecho de pensar de forma distinta; ha apoyado la abolición de la pena de muerte en decenas de países; ha hecho campañas muy importantes en contra de la tortura; apoyó la creación de la corte penal internacional que se encarga de enjuiciar a personas que cometen crímenes en contra de la humanidad; ha promovido el respeto a las mujeres, la diversidad sexual, los pueblos indígenas y diversas minorías; promueve una campaña en contra de la pobreza, situación que mantiene a miles de millones de personas en el mundo bajo una violación constante y sistemática de sus derechos humanos. Y a pesar de todo eso, de los millones de miembros y de los 50 años de trabajo, el último informe de amnistía nos demuestra que aún falta mucho por hacer.
Así que muchas felicitaciones a Amnistía Internacional y a tod@s sus miembros. Su historia nos demuestra que las pequeñas acciones de la gente común, si se organizan adecuadamente, pueden generar grandes cambios. Porque la indiferencia o la inacción no son una opción viable, trabajemos tod@s para construir un mundo en el que ya no sea necesario que Amnistía exista.
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